jueves, 11 de febrero de 2016

Yo soy Nerea


Tras todo este tiempo de silencio, de parto y nuevo puerperio, no encontraba nunca el momento en el que volver y abrir las ventanas... Y aunque hace dos días le prometí a una amiga que le iba a dedicar el primer post de la vuelta (sí, tú sabes quién eres, jejeje), va a tener que esperar. Porque lo que finalmente me ha sacudido y me ha hecho volver al ruedo es la historia de otra mujer, Nerea, y otro bebé. El suyo.

Nerea González, de Valladolid, ingresó en la prisión de Villanubla el pasado 26 de enero, después de que el Supremo le denegase el indulto que solicitó. En 2011 tanto ella como su ex-pareja incumplieron sus mutuas órdenes de alejamiento, tras haber sido ambos condenados a nueve meses de prisión por un delito de lesiones. Desde entonces ha estado en tratamiento psicológico para salir de aquella relación abusiva, y cumplió parte de su primera condena haciendo servicios a la comunidad. Y no sólo eso, sino que rehizo por completo su vida, se casó, y ahora tiene un bebé de 15 meses. Un bebé que toma teta, y que está llevando fatal esta separación, como se puede imaginar.

La prisión de Villanubla no tiene módulo de madres, por lo que Nerea no puede tener a su bebé con ella. Tampoco parece que quieran trasladarla a un centro donde lo haya, ni han contestado aún a su petición de tercer grado. La mayor parte de las veces que se saca leche la tiene que tirar, porque no se la pueden hacer llegar a su niño. Y su niño mientras, no entenderá nada, y sufrirá. Todas las que tenemos bebés podemos ponernos en ese lugar. En la situación de que nuestro bebé no pudiera vernos, tocarnos, olernos, acurrucarse en nuestros brazos, tomar su tetita para alimentarse, para calmarse, para conciliar el sueño, de día, y en las largas noches. Puedo imaginar muy bien la tortura de ese bebé que la echa de menos, y de ese padre que se las verá putísimas para poder calmarle, cuando él sólo quiere a su mamá. Ya se me vuelven a empañar los ojos. ¿A ti no?

Y empatizo totalmente con el dolor de Nerea como madre. Pero ella es adulta, y comprende. Ella no se niega a terminar de pagar su condena. Pero estamos olvidando los derechos de ese bebé que depende de ella. Física y emocionalmente. No hay derecho a que un bebé sufra, cuando hay alternativas. La justicia ha de ser JUSTA.

Por eso muchas personas nos hemos unido para luchar por ello, para que la justicia sea justa, y humana, y pedir para Nerea el tercer grado o directamente el indulto, dadas sus circunstancias. Si te quieres unir a nosotros, aquí puedes encontrar mucha información, en la Plataforma de Apoyo a Nerea. Concesión del tercer grado. en Facebook.


Puedes firmar en la petición que hemos organizado en Avaaz: Ministro de Justicia, Director del centro penitenciario de Villanubla: Indulten a Nerea o concedan el tercer grado.

Y de cualquier forma que se te ocurra. Usando el logo que hemos diseñado para ello, el que ilustra este post, como imagen de perfil en tus redes sociales y difundiendo por Twitter a través del hashtag #YoSoyNerea.

Muchas gracias por tu colaboración

p.d. Encontrarás más información sobre su caso en este artículo: "He rehecho mi vida, tengo dos hijos, uno de quince meses; ir a prisión ahora me rompe", del periódico El Norte de Castilla.